Tecnología y nuevos consumidores: rescatando la entrega de leche a domicilio

Publicado el 15 Octubre 2020

leche a domicilio
Mjsobrino
María Jesús
Sobrino
Business Development Manager Supply Chain Solutions en Generix Group Spain
Categorías
FMCG
Cadena de Suministro

Para muchos la imagen del lechero dejando las botellas en la puerta de la casa es algo completamente nuevo, pero aún hay generaciones que lo recuerdan bien, aunque solo sea como una vaga imagen de los dibujos de la serie “Los Picapiedra”. Sin embargo, lo que parecía un recuerdo de tiempos muy alejados de la tecnología actual está resurgiendo gracias a ella. La evolución del mercado de la leche a domicilio es un buen ejemplo de cómo el cambio de prioridades de una parte crítica de los consumidores finales, combinado con las posibilidades actuales de la gestión logística, puede provocar el resurgimiento de un subsector que pareció haber desaparecido para siempre, después de que las grandes cadenas de distribución se hicieran las dueñas del mercado con una oferta integral de todo tipo de productos.

La industria de los alimentos ecológicos viene creciendo en los últimos años a buen ritmo impulsada, sobre todo, por la demanda de los llamados millenials, cuyas prioridades no son las mismas que las de sus padres y que viven sin problemas en el mundo online. Ese crecimiento está favoreciendo la producción, ente otros alimentos, de leche procedente de granjas ecológicas y de proximidad que, cada vez con mayor frecuencia, utilizan el canal de distribución directa del reparto a domicilio como medio de fidelización de los clientes y de obtención de mayor rentabilidad, evitando los poderosos intermediarios.

Tal vez lo más sorprendente sea que, contra lo que cabría imaginar, el reparto de leche a domicilio crece en entornos donde la disponibilidad y la variedad están garantizadas. En Nueva York, el servicio de entrega directa de leche ha sabido triunfar entre consumidores que viven literalmente rodeados de tiendas de conveniencia que abren 24/7.

La tecnología y los nuevos consumidores rescatan la entrega de leche a domicilio

No hay ningún secreto. Es obvio que estamos ante nuevos consumidores, exigentes y cuidadosos, que quieren asegurarse de que conocen la cadena de producción de lo que consumen y que reclaman alimentos frescos, naturales, sin pesticidas, conservantes o aditivos. Consumidores que no tienen reparo en pagar lo que para ellos es “un poco más”, a cambio de ver satisfechas sus exigencias. Solo que ese “poco más” en la cuenta del consumidor final puede ser la diferencia que proteja los márgenes del productor y le asegure el negocio. Eso sin contar con la fidelización que supone si el producto y el servicio responden bien a las expectativas del cliente

 

El auge del comercio electrónico y las facilidades que aportan las nuevas tecnologías rescata así del olvido una práctica tradicional que vuelve ahora renovada y con brío. El reparto periódico a domicilio por parte del mismo productor evoca, además, la tradición del sabor de la leche de antaño que siempre es un concepto poderoso en la mente del cliente, al que, además el sistema de reparto le asegura que contribuye con su compra al desarrollo de una economía local sostenible y se le garantizan todas las garantías sanitarias: ordeño, envasado diario y distribución de la leche fresca en un periodo máximo de 24 horas.

En España existen ya varias empresas que prestan desde hace años el servicio de reparto a domicilio de productos lácteos enmarcado en la tendencia creciente de la sociedad de volver a lo natural, lo tradicional y al consumo de productos frescos y locales.

La popularización de internet y el asentamiento del comercio electrónico ha abierto una oportunidad clara para granjas de proximidad, facilitando esta distribución directa que, sin duda afecta también al posicionamiento y a la imagen de la marca y refuerza su valor ante el consumidor.

La tecnología y las expectativas de los nuevos consumidores se combinan para ofrecer a los productores de alimentos oportunidades hasta hace poco insospechadas de negocio, siempre se sean capaces de ofrecer un valor diferencial en sus productos, en su cadena de producción y en la distribución final. Ese valor añadido puede ser la visibilidad de tu pedido, ¿De que granja procede?¿Cómo se ha producido? ¿Cuándo se ha producido? ¿Dónde está ahora mismo?¿Qué certificaciones posee?. Con este conocimiento podremos levantarnos de un salto cuando suene el timbre.  

Riiing! ¿Quien es? El lechero…

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