“La digitalización es incuestionable”

¿En qué medida se ha ido “digitalizando” el sector logístico en los últimos años?

Recuerdo leer un estudio de YouGov de 2021 que decía que la transformación digital en logística aún estaba en sus comienzos para la mayoría de las empresas europeas y que sólo un 33% había comenzado a digitalizar sus procesos. En España, el porcentaje era algo mayor, llegando a alcanzar la cifra del 36%. Aún así, podemos decir que queda mucho por hacer.

Podemos decir que queda mucho por hacer. Venimos con un bagaje de incertidumbre social, sanitaria, económica y política que ha supuesto cambios bruscos en los patrones de compra y en las necesidades de abastecimiento. Este entorno puede traducirse en pasividad a la hora de tomar decisiones e invertir en digitalización. Nosotros siempre hemos tenido claro que la digitalización es incuestionable y solo aquellas empresas que inviertan en tecnología estarán a la altura de las exigencias del mercado.

¿El auge del ecommerce acelera la transformación digital?

El auge del comercio electrónico ha transformado los modelos de distribución. El comprador online exige excelencia y valora aquellos servicios que hacen compleja la gestión logística del ecommerce (disponibilidad de producto, seguridad y previsibilidad en la entrega, facilidad de devolución, omnicanalidad con las tiendas). Estas muchas demandas son imposibles de responder si no es mediante soluciones tecnológicas adecuadas en logística y transporte. Esto nos ha obligado a desarrollar packs específicos para atender a las necesidades del comercio online en el que la gestión de stocks, la visibilidad, la trazabilidad y el control en tiempo real o la logística inversa ya no son opciones convenientes, sino exigencias ineludibles. Por lo tanto, el auge del ecommerce ha empujado a todo el sector a adaptar sus procesos. Los modelos SaaS permite reaccionar con rapidez a estas nuevas demandas e ir ajustando procesos y servicios en cada momento, sin necesidad de inversión.

¿Las empresas del sector están llamadas a ser consumidoras intensivas de tecnología?

Sin duda, estamos asistiendo al momento de mayor aceleración en el cambio de las expectativas de los consumidores, especialmente en el entorno B2C. Las empresas de logística y transporte tienen por delante el reto de adaptar su modelo de distribución y producción para acompasarse a este movimiento. Más agilidad, más eficiencia y más transparencia dejan de ser ventajas competitivas para convertirse en necesidades imperativas en un contexto en el que cada día surgen nuevos competidores mejor preparados tecnológicamente para responder a estos retos.

Mas allá de esto, se ha demostrado que las tecnologías de Big data, la inteligencia artificial aplicadas a la planificación y la explotación del dato para el aprendizaje automático (machine learning) favorecen una nueva era de “logística predictiva”, haciendo capaces a las organizaciones de anticiparse a la demanda, especialmente en momentos de gran exigencia para la cadena de suministro.

La tecnología es la apuesta que cualquier empresa de logística o transporte tiene que adoptar para ser competitiva. Estamos ante un cambio difícil pero apasionante que sin duda va a transformar el sector logístico en muy poco tiempo. Quién no invierta en tecnología perderá cuota de mercado

¿Qué será clave a la hora de apostar por las tecnologías aplicadas a la cadena de suministro del futuro?

En los últimos años han surgido muchas tecnologías que ayudan a mejorar procesos. Algunas que ya he mencionado y otras que no son menos importantes: códigos de barras, RFID, realidad aumentada, mecanizados o robots. Sin embargo, para hacer frente realmente a los retos que se avecinan, la cadena de suministro no debe limitarse a dotarse de tecnologías software y hardware, por muy eficaces que sean. Deberán encontrar la alquimia adecuada entre todas ellas y apoyarse en tecnologías y socios que sean capaces de integrar todas ellas en un mismo ecosistema.

Por ello, la elección del socio adecuado para acompañar a la empresa en la transformación digital de la cadena de suministro será clave. Este socio tecnológico debe ser capaz de ofrecer soluciones con una amplia gama de funcionalidades, que se integren con todo el ecosistema de sistemas y tecnologías actuales de la empresa, pero también con futuras adquisiciones.

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