La facturación electrónica se implanta en toda Europa

Publicado el 6 Abril 2020

facturación electrónica europa
Montse Sánchez
Montse
Sánchez
Business Development Manager Integration & Portals Solutions en Generix Group España
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Facturación electrónica

La implantación de la factura electrónica en las economías de los países europeos se está llevan do a cabo con ritmos diferentes, pero de forma inequívoca. España fue uno de los primeros países en comenzar a aplicarla parcialmente al hacerla obligatoria a partir del 15 de enero de 2015 en los procesos de contratación pública. En toda la Unión Europea, esa misma exigencia no fue preceptiva hasta noviembre de 2018 y cada país ha ido avanzando en su cumplimiento a su propio ritmo. En el ámbito de las relaciones mercantiles privadas, la facturación electrónica es un proceso imparable.

Aquellas compañías que remitan la información en soporte informático a través de su sistema contable interno, por ejemplo a través de soluciones como la Generix, el plazo de envío se amplía durante 2020 de 24 horas a los 8 días hábiles siguientes a la fecha del registro en su propio sistema. Además, las compañías que opten por este tipo de soluciones podrán considerar el mes de agosto como inhábil a efectos de suministro de información.

 

Dentro del grupo de soluciones que Generix oferta a sus clientes, está incluida una plataforma de integración con SII y con SILICIE conecta el ERP, o las herramientas habituales de una compañía, con el sistema XML de la Agencia Tributaria.

Francia

Francia es uno de los países de la UE más avanzados en aplicación dentro del sector privado de la facturación electrónica que, según lo previsto, debería generalizarse este año 2020. El portal Chorus Pro se instauró como el instrumento para la digitalización de facturas desde el 1 de enero de 2017 para organismos públicos y empresas de más de 5.000 empleados. Un año después, la obligación fue ampliada a las pymes y este mismo año debería ser preceptivo para todas las transacciones empresariales. Representantes de todo tipo de empresas se han mostrado satisfechos con el uso del portal Chorus Pro, por encima de otras opciones. Consideran que les aporta ventajas relacionadas con la trazabilidad, la mejora de las condiciones de pago y la reducción de los conflictos, así como de los costes de procesamiento de facturas. No obstante, la transición a la digitalización con Chorus Pro no estuvo exenta de algunas dificultades. Muchas empresas presentaron solicitudes para su simplificación a la vista de que requería un considerable trabajo de recogida previo antes de completar campos obligatorios del portal. El ahorro para la propia Administración se estima en torno a espera una economía 710,2 M de euros anuales a partir de 2021 uy para las empresas privadas se habla de cifras de ahorro en torno a 335 millones.

Italia

Italia, por su parte, tras hacer obligatoria la facturación electrónica en la esfera pública (B2G), extendió esa obligación a partir del 1 de enero de 2019 a las relaciones mercantiles entre cualquier tipo de empresa (B2B) y entre éstas y los consumidores (B2C). Todas las empresas que emiten facturas a terceros deben enviarlas a la plataforma central Sistema di Intercambio (SDI) para su validación. Este sistema está gestionado por la Agenzia delle Entrate, el organismo público responsable del cumplimiento de las obligaciones fiscales de las empresas. Al recibir una factura en el SDI, se comprueba su formato y se certifica su validez con la empresa emisora antes de transmitirla a su destinatario. Si la factura no cumple los requisitos técnicos de digitalización (sólo en cuanto al formato de la factura, no a los datos), se notifica la denegación al emisor. Sin validación por parte del SDI la factura no puede entrar en los circuitos de pago. El SDI italiano es también la herramienta por la que pasan las facturas B2B en las transacciones de empresas italianas con extranjeras.

Portugal

En Portugal todas las Administraciones Públicas están dotadas desde abril del 2019 de un sistema de información capaz de recibir facturas electrónicas, de forma que se cumple la normativa europea. Los gobiernos locales han dispuesto, sin embargo, de un período adicional de un año, a punto de cumplirse en abril de este 2020. A diferencia de Italia o Francia, que han creado plataformas dedicadas, Portugal no impone una solución específica para la transmisión de facturas. La entidad de servicios compartidos de la Administración Pública proporciona la plataforma eSPAP, aunque cada Administración puede elegir libremente su solución. En Portugal, Generix Group ha participado en el grupo de trabajo GS1 para la certificación de soluciones de facturación electrónica.

España

España ha sido uno de los países más avanzados en facturación electrónica. Se hizo obligatoria en el ámbito público en enero de 2015 y está muy extendida, tanto en la Administración General como en las comunidades autónomas. Para facilitar su adopción, las autoridades han optado por crear un punto común para la introducción de facturas: la plataforma FACE, que permite a las Administraciones recibir y tramitar facturas electrónicas superiores a 5.000 euros en un formato adaptado a sus necesidades específicas, denominado Facturae. El sistema es utilizado en la actualidad por unas 8.000 administraciones públicas.

Como continuación de FACE, España está ampliando ahora sus procedimientos de administración electrónica a las empresas del sector privado. En ese ámbito, la plataforma FACeB2B, diseñada siguiendo el mismo modelo de FACE, pretende desarrollar la facturación electrónica a nivel para todas las empresas, independientemente de su sector de actividad, tamaño y nivel de informatización.

En julio de 2018, FACeB2B se hizo obligatoria para los subcontratistas y contratistas de servicios públicos. Puede ser utilizada gratuitamente por todas las empresas que deseen enviar sus facturas por vía electrónica. En España Generix Group ofrece soluciones que integran los formatos de contabilidad y ERP de las empresas con los sistemas de facturación electrónica de la Agencia Tributaria.

Rusia

A diferencia de la normativa vigente en la Unión Europea, la facturación electrónica en Rusia no es obligatoria, aunque es aceptada desde 2012 y se ha convertido en algo común en las industrias minorista, farmacéutica y automotriz. El sistema de facturación electrónica se ajusta al enfoque de la liquidación: exige a las empresas que faciliten cierta información comercial a las autoridades incluso antes de que la factura se envíe al cliente. Además, los servicios de contabilidad electrónica deben integrar resúmenes de facturas para su transmisión automática a las autoridades fiscales. Los comercios minoristas también están obligados a utilizar contadores certificados de caja en efectivo desde la entrada en vigor de un nuevo reglamento el 1 de julio de 2017.

Más allá de estas limitaciones técnicas, Rusia sigue siendo, al igual que China, un país proteccionista con poca confianza en los actores económicos extranjeros. Especialmente, cuando se trata de intercambiar datos que tienen un impacto en las finanzas del Gobierno. De hecho, es necesario ser un actor económico cuyo capital está en manos de una empresa rusa para ser autorizado por el Gobierno a practicar la facturación electrónica. Por ello, el intercambio comercial con empresas locales está resultando ser una tarea muy difícil.

Resto de Europa

Croacia y Estonia establecieron el pasado año por ley la obligación del uso de la facturación electrónica en la contratación con la Administración. En Polonia, la Comisión Europea ha autorizado la aplicación de pagos fraccionados para ciertos tipos de bienes y servicios. En esas operaciones, las empresas tienen que transferir el importe total de las facturas a la cuenta bancaria estándar del proveedor mediante un pago fraccionado que bloquea el importe del IVA en otra cuenta bancaria dedicada exclusivamente al pago de ese impuesto a las autoridades fiscales.

En Suecia el mandato B2G entró en vigor en abril de 2019 y en los Países Bajos se está ampliando a las autoridades locales y a los poderes adjudicadores. También en abril de 2019, el Reino Unido convirtió el IVA en un impuesto digital con régimen “Making Tax Digital for VAT”, cuya primera ola afecta a las empresas con ingresos superiores al umbral de IVA de 85.000 libras esterlinas. En términos más generales, el sistema Makint Tax Digital introducirá el sistema tributario en el siglo XXI al proporcionar a las empresas un recurso moderno y eficiente para procesar y mantener sus registros tributarios y proporcionar información a la agencia tributaria HMRC (Her Majesty's Revenue and Customs)

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